Estos días ha llegado al Teatro Principal de Zaragoza la obra «El Nombre». En su origen se trataba de una obra de teatro francesa, de la que luego realizaron una película. Esta película, de igual título, El Nombre (Le Prénom) llegó a España y tuvo buen resultado en cuando a espectadores que acudieron al cine a verla. Parece que se va rompiendo el cliché de cine francés= aburrido, de lo cual me alegro enormemente.
Ayer pudimos disfrutar de la adaptación al teatro con grandísimos actores españoles, como son Amparo Larrañaga, Antonio Molero, César Camino, Jorge Bosch y Kira Miró. Si resumimos esta obra, la historia trata de un grupo de amigos que se reúnen a cenar en casa de una de las parejas y anuncian el nombre que han elegido para su futuro hijo. Esta decisión provoca una cadena de reacciones que acaban sacando todos los trapos sucios del grupo, y la velada, que prometía ser feliz, se convierte en un enredo continuo.
Es una obra divertidísima, yo destacaría la actuación de Amparo Larrañaga, haciendo un monólogo larguísimo y casi sin respirar, en una de las ocasiones en las que está enfadada con el resto. En el teatro hubo un estupendo ambiente y las risas eran continuas. Se notaba el buen humor entre los actores, de hecho – yo nunca había visto semejante cosa – los actores tuvieron que parar varias veces porque se reían cuando no tocaba. Esta es uno de los aspectos que adoro del teatro, que puedes ver la reacción de los actores in situ. Las equivocaciones también son buenas, le añaden espontaneidad a la obra, y te recuerdan que son personas, no sólo actores, y que se mimetizan con el papel y tienen sentimientos. En las películas todas las escenas han pasado un filtro para que las veamos perfectas, lo cual hace que pierdan ese matiz.
Comparativa con la película original
La obra de teatro original no he tenido oportunidad de verla, pero en Le Prénom, película francesa, podemos ver a grandes actores: Patrick Bruel, Valérie Benguigui (fallecida en 2013), Charles Berling, Guillaume de Tonquédec, y Judith El Zein. En esta película el protagonista absoluto es Vincent (Patrick Bruel), incluso con voz en off, mientras que en la obra de teatro española también lo es Jorge Bosch, pero Amparo Larrañaga le sigue por milímetros. Es una gran actuación la suya. Bosch le imprime a su papel un poco de egocentrismo, prepotencia y elegancia que tiene el papel original. La verdad es que nunca le había visto actuar en el teatro, pero merece la pena verlo, representa muy bien su papel, aunque en ocasiones sí que se le vio un poco encorsetado.
La adaptación es estupenda, siguen el mismo hilo argumental, incluso las características de los personajes. La pareja anfitriona junto con sus hijos componen una familia acomodada, profesores de literatura, mientras que el amigo soltero (César Camino/ Guillaume de Tonquédec) se dedica a tocar el trombón en una orquesta.
La problemática del nombre en la versión española la han resuelto muy bien, haciendo referencia al nombre de un abuelo de una de las protagonistas, que era catalán. Obviamente esto no está en la versión original, pero queda muy bien, incluso es necesario.
Antonio Molero («el Fiti» para los amigos) hace el papel del marido anfitrión, y está a la altura completamente, la verdad es que los papeles cómicos los borda. En la versión francesa es Charles Berling.
Pero si hay un papel que está bien elegido es el de Amparo Larrañaga, que representa una madre de familia entregada, muy flexible, de buen carácter siempre, hasta que llega un momento en el que pierde en control y empieza a dar un buen repaso a todos los amigos, e incluso a su marido. En la versión original ese papel lo borda Valérie Benguigui, cómica en buena parte de la película, pero más tarde adquiere un papel casi dramático.
En resumen, una buena obra para pasar una buena tarde de risas y buen ambiente en el teatro. Y tú, ¿has visto la película original? ¿Y la obra?